• Examen neurológico. Un neurólogo examinará el movimiento, la fuerza muscular, la coordinación, la sensibilidad, la memoria y las funciones cognitivas (pensamiento), y la visión y el habla. Es posible que un médico especialista en ojos (oftalmólogo) también participe en el examen.

• Resonancia magnética. Esta prueba por imágenes usa potentes imanes y ondas de radio para crear una imagen detallada del cerebro, los nervios ópticos y la médula espinal. Es posible que el médico pueda detectar lesiones o zonas dañadas en el cerebro, los nervios ópticos o la médula espinal.

• Análisis de sangre. Su médico podría realizarle un análisis de sangre en busca del autoanticuerpo NMO-IgG, que ayuda a los médicos a distinguir la neuromielitis óptica de la esclerosis múltiple y otros trastornos neurológicos. También se puede realizar una prueba de anticuerpos antiglicoproteína de mielina de oligodendrocitos (MOG-IgG) para buscar otro trastorno inflamatorio que se parece a la neuromielitis óptica (TENMO).

• Punción lumbar (punción medular). Durante esta prueba, el médico insertará una aguja en la parte inferior de la espalda para extraer una pequeña cantidad del líquido cefalorraquídeo. Los médicos analizarán los niveles de células inmunitarias, proteínas y anticuerpos en el líquido. Esta prueba puede ayudar al médico a diferenciar la neuromielitis óptica (TENMO) de la esclerosis múltiple.

• Prueba de estímulo respuesta. Para saber si su cerebro responde bien a los estímulos, como los sonidos, imágenes o el tacto, le someterán a una prueba denominada potenciales evocados o pruebas de respuesta evocada.